Chocolate con Crujiente de Cecina

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Descripción

Chocolate con Crujiente de Cecina,una novedad que sorprende por su contraste de dulce y salado.Hecho en Astorga ciudad Chocolatera con tradición…

Chocolate de Astorga

El buen nombre del chocolate de Astorga tiene una larga historia detrás. Aunque no se conoce la fecha concreta, sí se sabe que Astorga fue una de las primeras ciudades españolas en conocer el chocolate, quizá por las relaciones que estableció la nobleza local con Hernán Cortés en el siglo XVI. Durante el siglo XIX floreció en la ciudad una próspera industria chocolatera, y la ciudad llegó a contar con 49 fábricas en 1914. El Museo del Chocolate cuenta esta historia con atención a los detalles y al modo particular de elaborar el chocolate en la ciudad.

«Espeso, dulce y caliente», así dicen las crónicas que era el chocolate que se elaboraba en la ciudad de Astorga ya en el siglo XVII. Enclavada en el Camino de Santiago y perteneciente a la provincia de León esta bimilenaria ciudad de unos doce mil habitantes vive hoy fundamentalmente del turismo y del pequeño comercio, así como de algunas industrias alimentarias entre las que destaca por su tradición la del chocolate, floreciente en otro tiempo aunque minoritaria en la actualidad.

Fue Hernán Cortés quien en 1520 trajo a España el primer chocolate, alimento habitual en las culturas azteca y maya. El origen que une a la ciudad de Astorga con la elaboración del chocolate se remonta al siglo XVI, cuando se acordó el casamiento de la hija de Hernán Cortés, María Cortés de Zúñiga, con Álvaro Pérez Osorio, heredero del marquesado de Astorga. Se cree que una cuantiosa parte de la dote que aportó Hernán Cortés fue cacao, por su alto valor nutritivo y comercial.

A partir de esa fecha el monopolio español sobre el cacao propició la aparición de obradores y fábricas en nuestro país desde donde la afición al chocolate se extendió al resto de Europa.

No existe ningún estudio antropológico exhaustivo y riguroso sobre la industria del chocolate en Astorga, pero todos los artículos y referencias publicadas apuntan tres causas fundamentales para su implantación masiva
en la ciudad:

En primer lugar, el hecho de que fueran los arrieros maragatos los que dominasen el  transporte de mercancías desde los puertos gallegos al interior de la península facilitaba el suministro de cacao a la ciudad así como el traslado posterior del chocolate ya elaborado a otros puntos del país para su venta.

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